viernes, 11 de noviembre de 2022

SIETE CASAS VACÍAS

 
















TITULO:   Siete casas vacías

AUTOR:   Samanta Schweblin (Buenos Aires, 1978 - )

EDITORIAL:   Páginas de Espuma

 

 

 En la web Cervantes.es dicen, entre otras cosas, de Samanta Schweblin:

“Es descrita como una de las mejores cuentistas argentinas de las últimas décadas…”

“Escribe en el género de cuento y novela, siendo premiada por ambos en distintas ocasiones…”

En Wikipedia.org también aportan  datos sobre ella y su obra.  Hay otros muchos enlaces que os pueden llevar a saber más, si es que no la conocéis ya. Pero como en otras ocasiones, es en la contraportada donde veo la pista más clara:

  “…una científica cuerda contemplando locos, o gente que está pensando seriamente en volverse loca”

Este es un libro de cuentos, de relatos.  Son siete cuentos, como las siete casas del título, habitados por seres de carne y hueso que se hacen transparentes para que podamos sentir, ver y oler esos pensamientos que a veces se tienen en un segundo o tercer plano. Pensamientos que  nos parecen  “otra voz” desconocida que está dentro de nuestra cabeza, a la que oímos  y a la que a veces  incluso nos cuesta reconocer que la oímos. A la que nos es casi imposible reconocer como “nuestra”.

Samanta nos expone desde dentro los bordes de la locura. O quizás no sea locura, solo pensamientos de esos que decimos que “no son normales”  pero que puede que sean más habituales de lo que queremos reconocernos o reconocer ante o en  los demás.

Después de cada uno de los cuentos me he quedado algo  trastocada, ha sido como cuando tropiezas con algo y pierdes el equilibrio por unos segundos y lo recuperas, pero ya no del todo.

En el primero “Nada de todo esto” una hija tiene que convivir con las “rarezas” de su madre  y esa cotidianeidad, esa convivencia con comportamientos que se suelen englobar en el término “locura” es lo que más me ha inquietado del cuento. Ese miedo a lo que está fuera de control en los demás, a lo imprevisible, a la convivencia con una persona a la que amas pero que a la vez desconoces porque ya no sabes si es quien era.

En “Mis padres y mis hijos” hay algo similar, pero ya en “Pasa siempre en esta casa” baja un escalón más  y el narrador está mucho más cerca del,  digamos,  “raro”;  los pensamientos  de ambos tienen un tinte de normalidad que te va acercando  a lo que creo es el punto central del libro.  Y para mí el punto central está en “La respiración cavernaria”. Después,  tres cuentos más  acaban de dejarte “fuera de sitio”.

En “La respiración cavernaria”,  el más extenso de todos,  es dónde me he sentido realmente conmovida. Lo que empieza como el relato sobre una mujer de edad avanzada, Lola, que convive con su marido y una serie de pensamientos íntimos que se mueven entre cierta rareza (quizás, solo quizás) y el dolor, va evolucionando lenta y de forma imperceptible hacia otras zonas mucho más opacas y desasosegantes. Desasosegantes por lo cotidiano, que es lo que realmente a mí me ha producido temor.

El temor a lo cerca que vivimos de esa línea que separa la cordura de lo que ya no lo es, de toda esa serie de pequeños desajustes que ni siquiera sabemos si podemos llamar locura. Porque existen innumerables patologías que se salen de lo que nos gusta llamar “normal” (aunque también sabemos que lo “normal” no está claro qué es).  Creo que todos sentimos  a veces que tenemos pensamientos de los que preferimos decir que no son “nuestros”,  decimos que se nos “han pasado por la cabeza ideas raras” , pero no estamos seguros de si se nos han pasado o viven ahí. Porque quizás lo que llamamos “normal” solo sea lo que permitimos que se vea y salga y lo demás, que en realidad está en nosotros, nos decimos y decimos a los demás o que no es nuestro o que ni siquiera está.

Eso es lo que me han producido estos cuentos, todos ellos. La sensación de que la línea no es fácil saber cuándo se cruza, que no sabemos cuándo la cruzaremos y que, una vez cruzada, realmente nosotros no podremos saber que estamos ya al otro lado.

Así que os recomiendo muchísimo este libro. No me dejó feliz, ni tranquila, ni plena. Pero tampoco creo que haga falta que un libro provoque nada de eso para decir que es bueno y recomendarlo.

En cuanto al titulo, me he quedado con la sensación de que no se refiere a las casas que aparecen en los relatos, si no al vacío que emana de cada uno de ellos

https://www.cervantes.es/bibliotecas_documentacion_espanol/creadores/schweblin_samanta.htm

https://es.wikipedia.org/wiki/Samanta_Schweblin

https://elpais.com/cultura/2018/10/24/actualidad/1540396940_059247.html

 


domingo, 31 de julio de 2022

EL ÁRBOL


 




TITULO:   El árbol

AUTOR:   John Fowles (Reino Unido 1926-2005)

EDITORIAL:   Impedimenta

 

 

     He aquí un libro comprado de manera totalmente “impulsiva”. Me paro en la Feria del Libro de Madrid en la caseta de  la editorial IMPEDIMENTA y se empieza a generar en mí una clara necesidad de tocar esas cubiertas rugosas de colores contundentes,  con los títulos de los libros escritos con un tipo de letra que no sé cómo se llama pero que evoca  a otros tiempos, a silencio, a lectura ensimismada…  Y luego abro el ejemplar y  me encuentro un papel de textura maravillosa con un tono de color “hueso”  perfecto y  de tacto suave y de nuevo un tipo y tamaño de letra que parece que solo puede conducirme a experiencias plenas y fantásticas. Y es así como paseo mis ojos hambrientos por títulos y nombres de autor deseando que al  menos uno u otro, en alguno de esos ejemplares, me diga  “soy yo, te voy a llevar a dónde no esperas”.

    Si, esta vez tengo que empezar por hablaros del libro como objeto de culto y casi necesidad física, porque así es como me decidí por éste. No sabía nada del autor ni del libro, además es un ensayo. Pero lo compré con “ansia viva” como decía  un personaje de José Mota y así comencé a leer.

    Y como es de esperar después de esta introducción, me ha costado leerlo. Tanto, que lo he leído tres veces porque me resisto a acabar un libro y no saber ni qué me querían decir ni casi poder explicar qué he entendido. 

    “El árbol” es un libro corto, esta edición es de 104 páginas. Quizás sea porque esté todo muy condensado, pero el caso es que me ha costado entenderlo. Leí la contraportada, siempre lo hago  antes de comenzar la lectura y cuando acabé la primera vez sólo tenía claro que en su juventud no estaba conforme con la forma de ver la vida de su padre y que en la madurez, aun viendo las cosas de forma muy distinta a él, parece que llegó a suavizarse esa incomodidad.

    Acometí la segunda lectura  ya buscando en concreto  cómo era su relación con la naturaleza y a qué conclusiones le había llevado. Y aún necesité  una tercera para apreciar   cómo fue evolucionando a lo largo de su vida esa forma de “vivir” la naturaleza (especialmente los árboles y el bosque). También busqué de qué manera se reflejaba esto en su forma de vivir pero no detalla mucho sobre esto, él se detiene en “cómo siente” la naturaleza y lo que le aporta en su visión de la vida.

    En esta última lectura subrayé algunos párrafos en los que me pareció ver las claves. Por ejemplo, cómo la forma en que su padre se relacionaba con los árboles de un pequeño huerto fue para él el reflejo de toda una forma de vivir y convivir con la naturaleza:

“Estos parientes fueron los responsables de que se despertase muy pronto en mí la pasión por la historia natural y por el campo. Es decir, el deseo de escapar de los árboles que tan artificialmente crecían en nuestro jardín trasero, y de todo lo que representaban. De esta manera, sin apenas darme cuenta, empezaba a pisotear el alma de mi padre…..”

    Este ensayo lo escribió en 1979 y leyendo este otro párrafo pensé que muy posiblemente  ahora, en 2022, todavía sea más exagerada esta pulsión que el ya vio y que nos lleva a constantemente estar pendientes de llegar a otro sitio, conseguir otro objeto, vivir otra experiencia más… acumular por el hecho de acumular pero siempre pendientes del siguiente objetivo, sin realmente saborear lo obtenido:

“Y dado que el hombre es una criatura altamente codiciosa, que parece haberse dejado lavar el cerebro en la mayoría de las sociedades modernas para creer que el acto de adquirir algo es mucho más placentero que el hecho de haberlo adquirido, que conseguir es mejor que haber conseguido…”

    Rentabilizar el tiempo, exprimir cualquier momento en el que nos quepa una actividad más en nuestra agenda, urgidos porque no quede ningún instante sin su correspondiente cita:

 ”Esta adicción a la búsqueda de un motivo, de una función, de un rendimiento cuantificable, se ha infiltrado en todos los aspectos de nuestras  vidas hasta convertirse de forma muy eficaz en sinónimo de placer, de modo que la versión moderna del infierno es la carencia de propósito”

    Precisamente apareció hace unas semans en diario El País, un artículo  https://elpais.com/ideas/2022-07-03/la-tirania-de-la-vida-eficiente-alguien-es-capaz-de-no-hacer-nada.html  en el que se comentan varias publicaciones  al respecto (“Cuatro mil semanas. Gestión del tiempo para mortales” de Oliver Burkeman,  “El don de la siesta” de Miguel Ángel Hernández y algunos más).

    Y como explicación de su forma de vivir la naturaleza, este último, que profundiza más:

“Me resulta bastante misterioso el hecho de que, para mí, los bosques nunca hayan sido un elemento estático. En términos físicos, yo me muevo a través de ellos, pero, en términos metafísicos, son ellos los que parecen moverse a través de mi” 

    Si, realmente es un libro para leer con calma, reflexionando cada planteamiento.   

    Como siempre, echo  mano de Wikipedia. Da una visión global y aporta datos que no hay en otros enlaces, además tiene uno  a “Página oficial de John Fowles”.  En ninguna de las dos detallan nada de este ensayo en concreto:

https://es.wikipedia.org/wiki/John_Fowles   https://web.archive.org/web/20070630054451/http://www.fowlesbooks.com/

    En El Pais se publicó una necrológica el 8 Noviembre 2005 muy interesante que  da una visión de John Fowles  como escritor “libre”, no encasillado,  y ésta es una de las visiones que precisamente da en “El árbol” : la necesidad de no encasillarnos, de no seguir encuadrando la vida en pequeñas celdas, de no encerrarnos en ninguna de ellas:

 https://elpais.com/diario/2005/11/08/agenda/1131404407_850215.html

    Y finalmente incluyo el enlace a la propia editorial, que es el único que he visto como presentación de este libro en concreto  https://impedimenta.es/producto/el-arbol

    No sé si me ha quedado una reseña algo “liada”, pero es que así ha sido mi experiencia de lectura. Me sigue costando trabajo leer un ensayo. Me ha gustado, creo que me ha hecho pensar y eso me gusta, aunque no he llegado a sentir demasiada conexión, no he conseguido “sentir” , esa es la cuestión.


domingo, 27 de febrero de 2022

EL MUNDO SIGUE

 






 












TITULO:   El mundo sigue

AUTOR:   Juan Antonio Zunzunegui (1900-1982)

EDICION:   El Paseo

 

 

 

En el año 2015 se reestrenó la película “El mundo sigue”. Vi un titular en el periódico  y me llamó la atención eso de que se “reestrenara”  una película en su 50 aniversario. Se trata  de una película escrita y dirigida por Fernando Fernán Gómez, estrenada en 1965 después de muchas penurias económicas  y  problemas con la censura  qué además solo pudieron visionar en unos pocos cines.  De hecho, en su autobiografía “El tiempo amarillo” cuenta el empeño que tuvo en hacer la película, fascinado por la novela de Zunzunegui. Todo fueron problemas y un desastre económico que arruinó a Fernán Gomez.

El caso es que vi la película y quedé sorprendida por la dureza  de las escenas, de los diálogos, de la historia en si misma. Y especialmente por el  final. La verdad es que no sé cómo la censura pudo autorizar el estreno porque muestra una España totalmente opuesta a lo que se permitía enseñar en aquel momento.

Aquí os dejo uno de los artículos sobre el reestreno y la historia de la película

https://www.20minutos.es/cinemania/noticias/el-mundo-sigue-peor-experiencia-fernando-fernan-gomez-mayor-obra-maestra-4802994/

Pero si esa era la película ¿cómo sería la novela? Pues fue la casualidad de nuevo la que me puso delante de los ojos un artículo sobre la novela y su reedición, este año pasado de 2021, centenario del nacimiento de Fernando Fernán Gómez.  Así que lo busqué en la Feria del Libro de Madrid y  fue una de mis compras.

https://sevilla.abc.es/cultura/libros/sevi-reeditan-mundo-sigue-novela-inspiro-magistral-pelicula-fernan-gomez-202109110831_noticia.html

La película es una adaptación  fiel de la novela, pero es en la novela dónde se puede respirar al completo esa atmósfera tan triste y sin esperanza de la película, dónde se puede percibir más de cerca el olor del hambre, de las privaciones, del malvivir y  de ese buscarse la vida, cada dia,  para salir malamente hacia no se sabe dónde.

Por lo que he leído del autor también fue un poco “maldito”. Durante el régimen porque había sido cercano a José Antonio Primo de Rivera y en sus novelas  había un contenido social ciertamente crítico y cuando llegó la democracia, por haber sido escritor durante el régimen.

La novela es muy ágil, con un texto lleno de diálogos  y escenas dibujados con trazos rápidos.  Personajes que van evolucionando,  luchando por alejarse de sus destinos pero al mismo tiempo, totalmente abocados a cumplirlos.

En el Madrid de los 50, en el barrio de Malasaña, dos hermanas con personalidades totalmente distintas y que se odian visceralmente, intentan salir adelante, cada una a su manera. Sus padres, él guardia de circulación y ella una mujer a la que le van llegando los achaques de la edad, verán cómo en unos años las rivalidad entre las dos se va haciendo más y más amarga y cómo en la lucha de cada una por tener una vida, se van quemando.

Temas como la condición de la mujer y las pocas salidas que se le permitían, los malos tratos “normalizados”, la ludopatía, la estrechez como pobreza sin esperanza, el hambre cotidiana… todo esto se retrata abiertamente.

La novela está llena de otros personajes que a su vez también luchan por sacar un poco la cabeza entre tanta necesidad, todos perfectamente dibujados en sus caracteres y expectativas.

También ha sido un placer tener que leer con el diccionario de la RAE  a  mano, emplea muchas palabras que hoy en dia no se usan.

 Y poco a poco todo se desarrolla hasta llevarte al  final, que siendo abrupto, duro, no dejar de ser acorde al camino por el que transitan. Finalmente, había un destino.

Es muy de agradecer la Nota Editorial, al principio del libro. En varias páginas hace la presentación de la novela, comentarios sobre la película que después se hizo y además un muy concreto resumen de vida y obra del autor.

La edición es preciosa, cuidada. Da gusto pasar las páginas, te van llevando sin que te des cuenta.