TITULO: El árbol
AUTOR: John Fowles (Reino Unido 1926-2005)
EDITORIAL: Impedimenta
Si, esta vez tengo que empezar por hablaros del libro como
objeto de culto y casi necesidad física, porque así es como me decidí por éste.
No sabía nada del autor ni del libro, además es un ensayo. Pero lo compré con
“ansia viva” como decía un personaje de
José Mota y así comencé a leer.
Y como es de esperar después de esta introducción, me ha
costado leerlo. Tanto, que lo he leído tres veces porque me resisto a acabar un
libro y no saber ni qué me querían decir ni casi poder explicar qué he
entendido.
“El árbol” es un libro corto, esta edición es de 104
páginas. Quizás sea porque esté todo muy condensado, pero el caso es que me ha
costado entenderlo. Leí la contraportada, siempre lo hago antes de comenzar la lectura y cuando acabé la
primera vez sólo tenía claro que en su juventud no estaba conforme con la forma
de ver la vida de su padre y que en la madurez, aun viendo las cosas de forma
muy distinta a él, parece que llegó a suavizarse esa incomodidad.
Acometí la segunda lectura
ya buscando en concreto cómo era
su relación con la naturaleza y a qué conclusiones le había llevado. Y aún
necesité una tercera para apreciar cómo
fue evolucionando a lo largo de su vida esa forma de “vivir” la naturaleza
(especialmente los árboles y el bosque). También busqué de qué manera se
reflejaba esto en su forma de vivir pero no detalla mucho sobre esto, él se
detiene en “cómo siente” la naturaleza y lo que le aporta en su visión de la
vida.
En esta última lectura subrayé algunos párrafos en los que
me pareció ver las claves. Por ejemplo, cómo la forma en que su padre se
relacionaba con los árboles de un pequeño huerto fue para él el reflejo de toda
una forma de vivir y convivir con la naturaleza:
“Estos parientes fueron los responsables de que se
despertase muy pronto en mí la pasión por la historia natural y por el campo.
Es decir, el deseo de escapar de los árboles que tan artificialmente crecían en
nuestro jardín trasero, y de todo lo que representaban. De esta manera, sin
apenas darme cuenta, empezaba a pisotear el alma de mi padre…..”
Este ensayo lo escribió en 1979 y leyendo este otro párrafo
pensé que muy posiblemente ahora, en
2022, todavía sea más exagerada esta pulsión que el ya vio y que nos lleva a
constantemente estar pendientes de llegar a otro sitio, conseguir otro objeto,
vivir otra experiencia más… acumular por el hecho de acumular pero siempre
pendientes del siguiente objetivo, sin realmente saborear lo obtenido:
“Y dado que el hombre es una criatura altamente codiciosa,
que parece haberse dejado lavar el cerebro en la mayoría de las sociedades
modernas para creer que el acto de adquirir algo es mucho más placentero que el
hecho de haberlo adquirido, que conseguir es mejor que haber conseguido…”
Rentabilizar el tiempo, exprimir cualquier momento en el que
nos quepa una actividad más en nuestra agenda, urgidos porque no quede ningún
instante sin su correspondiente cita:
”Esta adicción a la
búsqueda de un motivo, de una función, de un rendimiento cuantificable, se ha
infiltrado en todos los aspectos de nuestras
vidas hasta convertirse de forma muy eficaz en sinónimo de placer, de modo
que la versión moderna del infierno es la carencia de propósito”
Precisamente apareció hace unas semans en diario El País, un artículo https://elpais.com/ideas/2022-07-03/la-tirania-de-la-vida-eficiente-alguien-es-capaz-de-no-hacer-nada.html
en el que se comentan varias
publicaciones al respecto (“Cuatro mil
semanas. Gestión del tiempo para mortales” de Oliver Burkeman, “El don de la siesta” de Miguel Ángel
Hernández y algunos más).
Y como explicación de su forma de vivir la naturaleza, este
último, que profundiza más:
“Me resulta bastante misterioso el hecho de que, para mí,
los bosques nunca hayan sido un elemento estático. En términos físicos, yo me
muevo a través de ellos, pero, en términos metafísicos, son ellos los que
parecen moverse a través de mi”
Si, realmente es un libro para leer con calma, reflexionando
cada planteamiento.
Como siempre, echo mano de Wikipedia. Da una visión global y aporta datos que no hay en otros enlaces, además tiene uno a “Página oficial de John Fowles”. En ninguna de las dos detallan nada de este ensayo en concreto:
https://es.wikipedia.org/wiki/John_Fowles https://web.archive.org/web/20070630054451/http://www.fowlesbooks.com/
En El Pais se publicó una necrológica el 8 Noviembre 2005 muy interesante que da una visión de John Fowles como escritor “libre”, no encasillado, y ésta es una de las visiones que precisamente da en “El árbol” : la necesidad de no encasillarnos, de no seguir encuadrando la vida en pequeñas celdas, de no encerrarnos en ninguna de ellas:
https://elpais.com/diario/2005/11/08/agenda/1131404407_850215.html
Y finalmente incluyo el enlace a la propia editorial, que es
el único que he visto como presentación de este libro en concreto https://impedimenta.es/producto/el-arbol
No sé si me ha quedado una reseña algo “liada”, pero es que
así ha sido mi experiencia de lectura. Me sigue costando trabajo leer un
ensayo. Me ha gustado, creo que me ha hecho pensar y eso me gusta, aunque no he
llegado a sentir demasiada conexión, no he conseguido “sentir” , esa es la cuestión.
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